Muchos estudios han demostrado que la obesidad es uno de los factores de riesgo para desarrollar diabetes tipo 2, pero los científicos desconocían el por qué. Ahora un nuevo estudio parece que ha encontrado la clave: un exceso de grasa que llega hasta el páncreas, alterando su funcionamiento e impidiendo que segregue la insulina necesaria para que se mantengan unos niveles adecuados de glucosa en la sangre.
La investigación, realizada por científicos de la Universidad de Newcastle (Reino Unido) y publicada en la revista Cell Metabolism, ha comprobado que en las personas que padecen diabetes tipo 2 la grasa que se acumula en el hígado llega al páncreas, lo que desencadena la enfermedad crónica.
Cuando una persona alcanza el umbral máximo de grasa que se puede acumular bajo la piel, esta se almacena en el hígado primero, y después se distribuye a órganos como el páncreas
Los autores del trabajo tomaron los datos de un grupo de personas de Tyneside (Reino Unido) que participaron en el ensayo DIRECT, que habían tenido diabetes tipo 2, pero que tras una pérdida de peso consiguieron superar esta enfermedad. De hecho, la mayoría mantuvo a raya este trastorno endocrino durante los dos años que duró el estudio, pero un grupo de participantes volvió a engordar y a desarrollar de nuevo la diabetes tipo 2.
Empleando técnicas de imagen, como la tomografía axial computerizada (TAC), y análisis sanguíneos, los investigadores comprobaron que los individuos tienen un umbral de grasa personal, que es la cantidad de grasa que son capaces de almacenar debajo de la piel. Cuando una persona acumula tal cantidad de grasa que alcanza ese umbral máximo, esta se distribuye y se almacena dentro del hígado primero, y a continuación por otros órganos como el páncreas.
La acumulación de lípidos en este órgano desactiva los genes encargados de ordenar cómo se debe producir la insulina de manera efectiva para mantener los niveles adecuados de glucosa en sangre; o, lo que es lo mismo, la grasa dificulta esta función del páncreas y se produce la diabetes tipo 2.
Este estudio forma parte del ensayo DIRECT, que demostró que las personas con diabetes tipo 2 pueden superar esta enfermedad con una dieta baja en calorías y un adecuado seguimiento en los centros de Atención Primaria. Una cuarta parte de los participantes logró llegar a perder hasta 15 kg o más y, de estos, nueve de cada diez se curaron. Dos años después, un tercio de este grupo seguía libre de la diabetes, hasta el punto de no necesitar medicación para tratar esta patología.
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